El poder de la narrativa visual en el merchandising

 
 Christian Louboutin, Miami. Los zapatos y bolsos se muestran caprichosamente. La comercialización respalda el opulento diseño interior de escaleras de terciopelo rojo y vitrales.

 Christian Louboutin, Miami. Los zapatos y bolsos se muestran caprichosamente. La comercialización respalda el opulento diseño interior de escaleras de terciopelo rojo y vitrales.

Vivimos, y compramos, en la nueva economía de la experiencia de cliente.

Desde la Apple Town Square hasta la tienda sin existencias de Nordstrom, la propia idea de lo que es una tienda ha cambiado. Ha pasado de ser un lugar donde la gente va a comprar a un lugar donde la gente va a descubrir.

Mientras algunos comerciantes entran en la guerra de la bajada de precios, la entrega o los premios a los clientes, este tipo de competición crea, inevitablemente, una división entre las grandes empresas, como Amazon, y los establecimientos más pequeños que simplemente no pueden competir.

En lugar de luchar hasta que desaparezcan los establecimientos más tradicionales, se debería crear un modelo comercial mejor con el fin de forjar un vínculo más fuerte con los clientes. Al fin y al cabo, el hecho de establecer una conexión con una marca o un establecimiento en concreto hace que sea más difícil dejarse influenciar por cualquier oferta de las empresas de la competición.

Tanto si se trata de una experiencia de compra perfecta como de un enfoque personal, si la marca favorita de una persona le ofrece más que solo productos en un expositor, le será más fiel.

Aquí es donde destaca la narrativa visual.

¿Por qué la narrativa visual?

En la actual era digital, las imágenes importan. De hecho:

●      La capacidad de atención se está reduciendo considerablemente.
●      Las personas captamos el sentido de una escena visual en menos de una décima de segundo.
●      El 65 % de la población mundial aprende de forma visual.
●      Las imágenes incrementan la retención del mensaje en un 42 %.

La narrativa visual es la piedra angular de la publicidad, así como del merchandising visual. Las imágenes efectivas son un recurso estratégico.

A día de hoy, el consumidor ya no solo quiere comprar, sino que busca una experiencia de compra gratificante hecha de emociones, de historias. Las historias te hacen sentir. Transmiten mejor la información y ayudan a que también la retengamos mejor.

La narración es una manera ideal de transmitir información sobre una marca. Ayuda a crear una proposición de valor, un punto que marque la diferencia y productos que conecten con el objetivo de la marca. Asimismo, vale la pena recordar y compartir las buenas historias; un deber en nuestra sociedad actual.


El uso de la narración en el merchandising visual

La mente humana busca ansiadamente un significado, incluso llegar al punto de crear, o inventar, conexiones. Es más, si la mente no puede crear una narrativa de manera ordenada a partir de una información recibida, tiende a ignorarla. Si el estilo de tu merchandising es poco sistemático, los posibles consumidores no lo entenderán y, al final, no comprarán.

Por lo tanto, una pequeña parte de la responsabilidad del comerciante es seleccionar nuevos productos y asegurarse de que se encuentren en los establecimientos adecuados. La parte más importante es presentar el producto de manera visual e imaginativa, de modo que capte la atención del consumidor y le haga comprar.

Esprit, Amsterdam. La paleta característica de finales de los 80 de los muebles en colores pastel de la tienda popup y el brillo ambiental realza la sensación veraniega ligera y fresca de la colección.

Esprit, Amsterdam. La paleta característica de finales de los 80 de los muebles en colores pastel de la tienda popup y el brillo ambiental realza la sensación veraniega ligera y fresca de la colección.

El merchandising perfecto debe producir narrativas claras sin fisuras mediante una creatividad y una sensibilidad estéticas. Los comerciantes deben tener buenos conocimientos sobre iluminación, diseño, escaparatismo y publicidad gráfica.

Además, deben convertirse en unos maestros de la narrativa, creando un mundo donde los clientes puedan entrar. Deben elegir la decoración adecuada, así como los productos y la marca para diseñar y organizar el concepto de escaparate expositor perfecto. Para ello, se deben explicar historias de forma competente, con un producto que conecte con las necesidades, los deseos y la imaginación de los consumidores.


Empezar con la narrativa visual

El primer paso para crear la narrativa es identificar la historia de la marca. Piensa en tu objetivo como empresa: ¿este mensaje es lo que quieres transmitir? ¿Qué tienen de especial tus productos o tu gama de productos? Encuentra qué es lo que te hace destacar, por ejemplo, una tradición interesante o el modo en que usas la tecnología.

Recuerda que el diseño debe comunicarse con la imaginación de los clientes: transmíteles qué les aportará tu producto, cómo les ayudará, como puede mejorar sus vidas. Haz que tus clientes formen parte de tu historia.

En cuanto sepas el cómo y el porqué, podrás experimentar lo siguiente:

●      Contar la historia a través de los productos. Haz que tu historia dirija la selección de productos y no al revés.

●      Organizar las selecciones. Los productos individuales se vuelven un elemento de la historia general.

●      Utilizar la imaginación en las instalaciones. Utiliza texturas y materiales poco convencionales para mantener tu visión flexible.

Como el merchandising visual empieza a ser menos una opción y más una necesidad, los comerciantes empiezan a darse cuenta de las ventajas de la narrativa. No obstante, si el comerciante no comunica de manera clara su historia a través de los productos, ni siquiera unas cuantas promociones ingeniosas le ayudarán a vender.


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